ENTORNOS VIRTUALES DE APRENDIZAJE

           Los entornos virtuales de aprendizaje (EVA) son definidos por Cabero, J. (2007) como aplicaciones basadas en la web para facilitar la ditribución de cursos, estos incluyen diferentes herramientas para la comunicación entre profesores y alumnos, para la creación y publicación de contenidos, y herramientas para la gestión de un curso.

            A su vez, estos espacios permiten el desarrollo de actividades de enseñanza y aprendizaje donde el estudiante puede llevar a cabo una serie de acciones propias de un sistema educativo presencial, como conversar, leer documentos, realizar tareas, formular preguntas, trabajar en equipo, entre otros, prescindiendo de la contiguidad física docente-alumno-grupo de alumnos. Es por ello, que debemos incentivar el uso de los EVA como un entorno dinámico para organizar, disponer y distribuir recursos didácticos, establecer un manejo del tiempo adecuado y favorecer las interacciones comunicativas.

            Para consolidar una experiencia educativa de calidad por medio de entornos virtuales, se debe establecer una dinámica de contexto y contenidos académicos creada y promovida por un facilitador competente en el ámbito pedagógico, organizativo y tecnológico. Por tanto, para el tutor será necesario asumir nuevas formas de trabajo colaborativo marcado por la distancia geográfica, y deberá potenciar el que los estudiantes se vuelvan activos en el proceso de construcción de aprendizajes en el marco de acciones de enseñanza abierta, explotando las posibilidades comunicativas de las redes como sistemas de acceso a recursos de aprendizaje.

            Aún cuando en muchos países desarrollados y algunos en vía de desarrollo se estan dando cambios importantes en cuanto a la forma de administrar la enseñanza a través de entornos virtuales, en nuestro país éste proceso surge lentamente y en muchos casos se encuentra ausente, a pesar de que muchos docentes y estudiantes manejan éstas herramientas tecnológicas en su cotidianidad. En ese sentido, se evidencia la escasa importancia que algunas instituciones educativas le dan a generar espacios que permitan fomentar el uso regular de estos recursos en la praxis pedagógica del docente.

            Por el contrario, muchas organizaciones internacionales incorporan cada día mas este tipo de ambientes de enseñanza y aprendizaje en la administración de la gestión docente, prueba de ello es la presencia de campus virtuales en universidades de países latinoamericanos como Colombia, Argentina, Chile, entre otros, estableciendose de ésta manera una brecha digital con respecto a Venezuela.

Por otra  parte, cabe destacar que los entornos virtuales como medios para la administración, tratamiento, acceso, intercambio de información, y construcción de conocimientos, conducen a plantear un cambio en los roles tradicionalmente desempeñados por las personas que intervienen en el acto didáctico, que nos llevan a los facilitadores a alcanzar dimensiones más importantes, como la del diseño de situaciones instruccionales para que el estudiante sea el protagonista en la construcción de su propio aprendizaje.

Considero que estos ambientes de aprendizaje permiten pasar de un modelo unidireccional de formación, donde por lo general los saberes recaen en el tutor o en su sustituto el libro de texto, a modelos más abiertos y flexibles, donde la información y los conocimientos tienden a ser compartidos entre diversos estudiantes por medio del trabajo colaborativo surgido en estos espacios.

Para culminar, los EVA propician la formación de una comunidad organizada con el propósito de aprender, y para que se cumpla éste propósito han de estar presentes algunos componentes fundamentales como los siguientes: en primer lugar la organización social de la educación entre los actores implicados, en segundo lugar el uso de tecnologías adecuadas conectadas con la pedagogía a implementar, y por último las funciones pedagógicas en cuanto a las actividades, estrategias, recursos y evaluación establecidos.